Buenos días estimado amigo, estimada amiga.
Me alegra enormemente que estés disfrutando de unas plácidas vacaciones, que puedas desconectar unos días del trabajo, de tu casa, tu ciudad, esa gente que tienes que saludar por mera educación y cortesía.
Te deseo que disfrutes estos días y continúes viajando en cuanto tengas una oportunidad, qué te voy a contar si yo soy Turismólogo y el hecho que la gente viaje me beneficia tanto a mí como a los de mi sector.
Ahora bien, como amigo tuyo y persona cercana, me gustaría hacerte un pequeño comentario sobre tu manera de disfrutar las vacaciones ya que, como profesional del tema, me tomaré la licencia de criticarte e intentar aconsejarte con la más amplia educación al mismo tiempo.
Mis colegas del sector y yo tenemos un debate desde hace cierto tiempo sobre si las vacaciones merecen ser vividas o contadas, y está claro que aún no hemos dado con la respuesta.
Hemos analizado el comportamiento del “Nuevo Perfil Del Joven Turista” y su promoción y difusión del viaje, de aquí hemos sacado unas pautas comunes observando su actividad en las redes sociales:
Fase 1 : El anuncio del viaje.
Tras varios “posts” y frases de tendencia negativa que se repiten durante meses sobre lo mucho que desea esta persona irse de vacaciones (normalmente añadiendo links o imágenes de lugares preciosos siempre a no menos de 5.000 kilómetros de distancia) el turista anuncia el viaje en las redes sociales, si aún quiere captar más la atención simplemente publicará que se va de vacaciones, obligando a alguno de sus seguidores (normalmente un primo o un amigo cercano que no estaba al tanto) a preguntar el destino del viaje. Esto genera un flujo de preguntas y dudas que reconforta al turista, el cual, para cerrar el ciclo de autoestima y generación de envidia y popularidad, publica el destino de su viaje y se dedica a acumular “likes”)
Fase 2 : La cuenta atrás
La fecha de comienzo de la cuenta atrás es proporcional al ego y al uso de las redes sociales del turista, según los datos de los que disponemos, se ha llegado a casos de 9 meses de antelación, de aquí la expresión que inunda nuestras calles hoy en día : “Ya sabemos que te vas, vete ya por favor”.
Yendo al grano, la cuenta atrás es el anuncio por parte del turista de los días o meses que le faltan para comenzar el viaje. Comienza tras el “anuncio del viaje” y acaba la noche antes de comenzarlo.
Fase 3 : El selfie asiento
Como podemos observar analizando las imágenes colgadas en la red por nuestros sujetos de estudio, esta etapa comienza una vez cerradas las maletas o una vez te das cuenta que tenías que desmontar el armario antes de intentar meterlo en la mochila de tu primer campamento.
El primer selfie obligatorio es en el aeropuerto, estación de tren, autobuses o apeadero de mulas. No importa el sitio, lo importante eres tú.
Tras subrayar a tus amigos virtuales que es cuestión de minutos que empieces el viaje, les notificas que lo has empezado. ¿Cómo? ¡Con el selfie-asiento! Sea cual sea el tamaño de tu butaca, el grosor de la persona sentada alado tuyo o el sonido que hace la cámara de tu móvil, no puedes dejar pasar esta oportunidad de recordar que…¡Estás de viaje!
Fase 4 : La foto icono.
Una vez empezado el viaje, el turista debe seguir contándolo ya que de lo contrario perderá la mayor oportunidad de obtener “likes”: La foto junto al icono, que podemos definir como el momento en el cual el turista une su persona, su persona virtual y el mayor atractivo turístico del destino en una sola imagen.
Tras un estudio de la facultad de psicología de la Universidad de Harvridge, se ha llegado a demostrar que este es uno de los momentos de mayor felicidad del viaje y sin duda, el momento de mayor generación de Egormonas al ver aumentar de manera notoria el número de “Likes” de la personalidad virtual del turista en esa misma imagen.
Fase 5 : Yo, yo mismo y el viaje.
Durante estos arduos debates sostenidos en los círculos más antiguos de Turismólogos, ha quedado claro que no podemos llegar a una conclusión definitiva sobre que pautas siguen estos nuevos turistas a la hora de disfrutar de sus vacaciones sin embargo para ser objetivos realizamos una estadística en la cual se arroja un dato muy interesante: Del total de las fotos del turista realizadas durante el viaje, entre el 85 y 90% de las fotos estaban compuestas en un primer plano por dicho turista o sus acompañantes, los segundos planos suelen estar compuestos por monumentos, plazas, atardeceres, playas y pies o vendedores de "merchandising" nativos con una amable sonrisa en la cara. Salvo en el último caso, no se puede obtener una vista más que parcial de estos lugares ya que este tipo de turista siempre ocupa la mayor parte de la foto.
Fase 6 : Depresión y cierre de ciclo.
Una vez finalizadas las vacaciones, nuestro joven turista vuelve a su lugar de residencia habitual, acompañando la noticia con dos inevitables expresiones : El símbolo L y la expresión “Volveré”.
Es posible que esta persona no se dé cuenta que aquellos mismos que le apoyan en estos momentos tan trágicos son aquellos mismos que no se fueron de vacaciones, así mismo otros conocidos que atraviesan una de las fases anteriores muestran su apoyo siempre remarcando el hecho de que ellos conocen ese lugar, estuvieron allí y también lo echan de menos.
En diversos círculos de turismología debatimos sobre las causas de esta depresión y varios de nuestros más ancianos sabios dudan entre diferentes causas, algunas de las cuales exponemos:
- Estar deprimido por el hecho de que no paró de visitar lugares icónicos debido a lo cual se sintió encerrado dentro de un circuito obligatorio para poder conocer ese país según las leyes del buen turista.
- Estar deprimido debido a que, por el tamaño de la pantalla de su Smartphone, Phablet o Tablet no fue capaz de observar con sus propios ojos varias de las cosas que fotografió y cuando vuelve a casa, no tiene recuerdos propios en su cerebro.
- Estar deprimido debido a que no conoció la comida local debido a su fidelidad a lugares de comida rápida y cafeterías con grandes sofás y cafés de leche en polvo a 3,50€
- Estar deprimido debido a que no llegó a entablar conversación con ninguna persona nativa más allá de las transacciones comerciales ordinarias.
- Estar deprimido debido a que se sintió usado y dirigido como un producto mismo, tratado como persona de segunda por los comerciantes y tratado como un turista más por todas las personas nativas con las que se cruzó.
Sumergidos aún en él debate, nuestro más anciano turismólogo se levantó con las fuerzas que le permiten su viejo bastón y pronunció las siguientes palabras:
“No se deprimen por lo que fueron durante unos días, se deprimen por volver y tener que seguir siendo lo que son. No fueron dueños de su viaje, pero lo son mucho menos de sus vidas, las cuales ven fluir cual dependiente de gasolinera vieja. Hubo un tiempo en el que aprendíamos viajando, hoy en día aprovechamos ese tiempo simplemente para ser nosotros mismos, algo tan difícil de…”
Nuestro querido anciano se colapsó, debido probablemente al uso de alguna nueva droga de diseño, nunca le dimos importancia a sus arranques de viejo senil. De momento seguimos debatiendo qué será de nuestros jóvenes turistas el día de mañana, por cierto, ¿Sabéis que en verano me voy a Moscú?
Texto @ JotaVé
Gracias por el texto Jose, me ha encantado! :)
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