La Chapada Diamantina (Meseta Diamantina), ubicada en el estado de Bahía (Brasil), es el local donde nacen casi todos los ríos de la cuenca del Paraguaçu. Estas corrientes de agua brotan en las cumbres y descienden por el relieve en hermosos arroyuelos, caen en cataratas y forman piscinas naturales transparentes.
Foto: Panoramio
Y alli se formó el Pozo Encantado, una cueva con un lago subterráneo que recibe este nombre debido a un fenónemo de iluminación que ocurre entre los meses de abril a septiembre, cuando un rayo de luz solar entra por el pórtico de la entrada de la cueva e ilumina el lago, que se vuelve extremamente azul permitiendo ver su fondo.
Foto: Aventurismus
Cuentan los habitantes de la zona que la cueva fue descubierta por un granjero de la zona en 1940, el mismo que instaló una escalera en la entrada tres años más tarde. En 1980, el guia Miguel de Jesus Mota asume la administración del pozo, y junto con su hermano son considerados los segundos descubridores.
Desde 1990 está prohibido nadar en las aguas del lago subterraneo debido a que descubrieron una espécie de pez local viviendo en el pozo. Y desde 1997 se limita el número de visitantes a 25 personas por grupo cada media hora. El sitio recibe alrededor de 7.000 visitas cada año. Uno de los impactos observados por investigadores causados por los turistas ha sido sobre la colonia de murciélagos que vive en el local. La intensa frecuencia de visitantes e iluminación perturba a los animales.
La renta obtenida con la venta de entradas al pozo se destina a mejorar los accesos.
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