Mostrando entradas con la etiqueta EEUU. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta EEUU. Mostrar todas las entradas

domingo, 15 de marzo de 2015

Un día en Los Ángeles - Qué hacer en la meca del cine


Como os he dicho en la entrada anterior, quitamos parte del tiempo que teníamos planeado en Los Ángeles para hacer la Pacific Coast Highway, lo que nos dejaba solamente 8h para visitar la meca del cine. ¿Qué hicimos en tan poco tiempo? Ahora os lo cuento.


- El origen de Los Ángeles -

Madrugamos para hacer el checkout del hotel y aprovechar el día antes de volver a Las Vegas. Seguimos entonces a Olvera Street, una pequeña plaza con una calle peatonal de mismo nombre ocupada por puestos de artesanos y restaurantes mexicanos. 


Se dice que allí nació la ciudad, de hecho se conserva hasta hoy la casa Adobe Avila construida en 1818 por Don Francisco Avila y considerada la más antigua de Los Ángeles. 


Tras la visita a la casa (libre y gratuita), paramos en un pequeño puesto a desayunar al estilo mexicano, con burritos y nachos incluidos. A ratos te olvidas de que estás en Estados Unidos hasta que te encuentras a un equipo de cine grabando una escena en medio de la plaza, muy típico.




- Skyline en coche - 

Confieso que los Skylines no son mi parte preferida de las grandes ciudades, me parecen todos iguales con sus muchos edificios modernos. Así que dimos un rápido paseo en coche por la zona antes de seguir con la ruta.



- El Paseo de la Fama -

Ir a LA y no visitar el Paseo de la Fama es un sacrilegio, lo sé. La calle en si es un teatro con todos los artistas disfrazados de loquesea, desde Capitán América con sobrepeso hasta 3 variedades distintas de Spiderman. Es gracioso, tanto que paseamos por la calle hacia arriba y abajo como buenos turistas que buscan estrellas de sus artistas favoritos mientras se echan unas risas con los artistas callejeros. 


Como aún era pronto por la mañana, el local estaba tranquilo y se podía caminar sin agobios. Por cierto, desde el Teatro Dolby (donde realizan la ceremonia anual de los Oscars) se puede ver a lo lejos el famoso cartel de Hollywood.



- Las mejores vistas de la ciudad, el Observatorio Griffith -

Seguimos en coche hacia el Observatorio Griffith donde nos indicaron en la oficina de turismo como el mejor sitio para observar el cartel de Hollywood. 


Construido en 1935 como observatorio, sala de exposiciones y planetario, el local se encuentra en la zona sur de la Montaña Hollywood dentro del Parque Griffith. Se puede acceder en coche hasta la cima, la visita al observatorio es gratuita, posee muchísimos senderos para aquellos a los que le gusta el deporte al aire libre y unas vistas de quitar el aliento a cualquiera. 


El sitio bien vale un pitstop, pero no, no está cerca del cartel de Hollywood así que tras poco más de una hora volvimos al coche en busca de una calle que nos permitiera acercarnos al famoso cartel.


- ¡Hemos encontrado el cartel de Hollywood! -

Después de un rato buscando por callejuelas de un barrio residencial, encontramos una calle llena de carteles prohibiendo el acceso. "¡Hemos encontrado! ¿Vendrá la poli a por nosotros si invadimos la zona?", pensamos. Así que aparcamos el coche donde pudimos (la verdad es que no había mucho sitio) y subimos lo que quedaba de calle andando, lo más cerca que hemos podido. Ya podemos tachar una de los puntos de nuestro To Do List :)




- El Pier de Santa Monica -

Poco tiempo nos quedaba de visita y al final tuvimos que elegir la última parada de la ruta entre la extensa oferta que hay en la ciudad. El Pier de Santa Monica ha ganado fácil, es lo que tiene ser un amante del mar. 


Intentamos ir hasta Malibu en coche antes de parar en el Pier pero el atasco de coches era tan exageradamente extenso y nuestro tiempo tan escaso que cambiamos de idea y nos fuimos al Pier a comer una hamburguesa con patatas fritas mientras escuchábamos cantantes locales y su buena música en directo, luchábamos contra las gaviotas ladronas de patatas fritas y paseábamos por la playa.





- Y en el país de los coches, los atascos son el pan de cada día - 

Y una ruta que debería habernos costado no más de 4h en coche se transformó en un viaje eterno. Tardamos casi 3h en SALIR de Los Ángeles y llegamos a Las Vegas a las mil de la noche. La carretera que une ambas ciudades es una recta infinita, lo que hace con que el viaje se vuelva un poco aburrido. Además, recuerda que estamos en un desierto por la noche por lo que tampoco hay mucho que ver para distraerse. Pero no me quejo, he terminado el día satisfecha :)



miércoles, 11 de marzo de 2015

De San Francisco a Los Ángeles en coche bajando por la Pacific Coast Highway

De todo lo que hemos visto en nuestra semana americana, me quedo sin duda con la carretera más bonita de todas, la Pacific Coast Highway. Además, agradezco a todos aquellos que me han desanimado a no hacerla porque han hecho con que la ruta me pareciera aun más especial.


Como ya os he dicho otras veces, cuanto más mayor me hago menos planeo los viajes. He aprendido con la edad que a veces hay que dejarse sorprender por la vida, que crear demasiadas expectativas por algo no es bueno (ya que la probabilidad de que te decepciones es aun más grande) y que la opinión de los demás es bien venida pero que debes tener cuidado con ella.


Antes de embarcarnos a América, mucha gente nos desanimó a hacer este viaje en coche. Casi todos coincidían en lo mismo: mucha cosa que ver para el poco tiempo que teníamos. Otros decían que nos costaría demasiado tiempo bajar por esta pintoresca carretera y que si tuviéramos la mala suerte de encontrar un camión en medio, no llegaríamos nunca a Los Ángeles. Incluso hubo alguno que se atrevió a decir que "tampoco es tan bonita". Me alegro de que sea yo tan cabezota y haya insistido en que la iba a hacer de todas formas, por el simple hecho de que me daba la gana (y un poco porque me gusta contrariar a la gente). Razón más que suficiente.


Salimos de San Francisco más tarde de lo que nos gustaría, enfrentamos unos kms de atascos típicos de cualquier ciudad grande y tomamos la ruta que nos indicaba el GPS hacia la costa. El primer tramo de la carretera es el famoso Big Sur, una zona de acantilados que emergen abruptamente del Océano Pacífico.


Llevábamos un rato babeando por la ventana del coche mientras admirábamos las vistas cuando el estómago nos recuerda de que hay que comer. Paramos en el siguiente pueblo que encontramos cuando veo a una oficina de turismo. Con lo que me gustan las oficinas de turismo, más que deprisa me metí dentro a pedir un mapa de la costa y a preguntarle a aquella simpática señora donde podríamos comer. Ella me pregunta si teníamos prisa y ante mi negativa nos indica seguir conduciendo 45min más hasta llegar al restaurante Nepenthe. El único comentario que ha hecho sobre el local es que tenía buenas vistas, pero no le dimos mucha importancia porque toda la costa tiene buenas vistas. Le hicimos caso y seguimos hasta allí y por supuesto ha sido una decisión acertada.

El local lleva abierto desde 1949, no es de los más baratos (pagamos casi 60 USD por dos bocatas + bebida) pero todo se compensa con las vistas. Y vaya vistas. Además, está medio escondido en la vegetación y lo único que escuchas mientras comes es el ruido de los pájaros que vuelan por la zona. Idílico.


Después de comer, seguimos bajando por la ruta medio anestesiados con una carretera tan preciosa. Cada pocos kms tienes miradores donde parar a admirar un poco más la costa. Y gracias a los varios puntos de obras a lo largo de la carretera, estás obligado a ir despacio, una excusa más para disfrutar del paisaje.


Unos kms más adelante se terminan los acantilados y poco a poco la carretera se va acercando al mar. Y entonces es cuando, desde lejos, vemos varios puntos negros en la arena de la playa. En un primer momento pensé que eran piedras, pero al acercarse nos damos cuenta de que en realidad son cientos de elefantes marinos. Esta sí que no me lo esperaba, me he emocionado tanto que parecía una niña abriendo regalos de navidad. Elefantes marinos libres en la playa, en medio de esta carretera de sueño. Pellízcame porque eso no puede ser real, pero lo era.


Aunque los simpáticos bichos están presentes por toda la costa de California, paramos el coche en Piedras Blancas, punto de encuentro de cientos de elefantes marinos y cuidadosamente preparada para que los visitantes puedan acercarse a ellos sin molestarles.


Hacia el final de 1800, los elefantes marinos han sido intensamente cazados por pescadores en busca de su aceite de extrema calidad. Después de décadas de una caza sin control, muchos pensaban que estaban extinguidos hasta que un bonito día un pequeño grupo ha sido encontrado en la Isla Guadalupe, cerca de la costa de Baja California. Todos los elefantes marinos que ocupan la zona a día de hoy son descendientes de aquel pequeño grupo.


Apenas en 1990 los elefantes marinos empezaron a ocupar la zona, al principio los biólogos contaron poco más de una docena pero desde entonces se han multiplicado y a día de hoy se estima de que hay más de 15.000 por toda la costa. De hecho, creo que hemos llegado después del baby-boom porque habían muchísimos elefantitos junto a sus madres.


Desde 1997 un grupo de voluntarios protege estos animales además de educar a los visitantes para que les respete. Y desde 1972 están protegidos por ley en Estados Unidos.

Después del momento de ternura con los elefantitos, pasamos por los viñedos californianos que adornaban la carretera de ambos lados. Para el que no sabe, California tiene fama de producir excelentes vinos gracias a su buen tiempo durante todo el año. El sol se ha puesto mientras conducíamos, llegamos a Los Ángeles por la noche cansados pero contentos.

Mi consejo: no siempre la opinión de los demás es la mejor. A veces hay que ser un poco cabezota y hacer lo que a uno le apetece. Es cierto que la ruta nos ha quitado tiempo de visita en Los Ángeles, pero al final la valido la pena, y mucho.

martes, 10 de febrero de 2015

Roadtrip por el oeste de Estados Unidos - Enero 2015

Ufff, 2015 empezó intenso y se me acumulan las fotos. Y solo ahora tengo tiempo de poner las del último roadtrip por Estados Unidos en orden. Así que ahí va.

 Durante la breve preparación del viaje, teníamos el mismo problema de siempre: mucha cosa que ver para el poco tiempo disponible. Hasta hemos pensado en concentrar todo nuestro tiempo en solo visitar Las Vegas y alrededores pero al final la vena masoquista ha hablado más alto y terminamos haciendo lo de siempre, roadtrip express.


o Grand Canyon o

Llegamos a Las Vegas el sábado por la noche después una conexión en Nueva York. Estábamos tan cansados que lo único que hicimos fue cenar unas hamburguesas del chef Gordon Ramsay e irnos a dormir. Dicen que es la mejor hamburguesa de Vegas, y la verdad es que estaba riquísima. 

El domingo madrugamos para ir al Grand Canyon National Park, a 4h de viaje en coche. Felizmente el tiempo ayudó y la lluvia que cayó durante el viaje de ida desapareció en cuanto llegamos al parque. Y vaya parque, para dejar a cualquiera sin palabras. 

Grand Canyon


o Fremont Street Experience o

En el Downtown de Las Vegas encontramos el Fremont Street Experience, una calle cubierta con un panel de luces enorme. En ambos lados, casinos, bares y locales de striptease, al final de la calle una DJ toca para unos pocos, son casi las 19h y muchos de los que allí están aguardan para ver su famoso espectáculo de música y luces que se repite todas las noches a cada hora, desde las 19h hasta la media noche.

Fremont Street


o The Venetian o

Por la noche nos fuimos de paseo al The Venetian y sus canales venecianos. El local la verdad es que está bien logrado, copiado de la Venecia original hasta el último detalle. Los gondoleros hasta cantan a cambio de una buena propina.

The Venetian


o Treasure Island o 

Terminamos la noche cenando en el Gilley's BBQ, que además del restaurante cuenta con un Saloon para que los afficionados a la musica country puedan bailar. Y, por tener, tiene hasta toro mecánico. La entrada del restaurante está justo al lado del barco pirata del Treasure Island, fácil de encontrar.

Treasure Island


o Flamingo o 

Nos hemos alojado en el Flamingo, no tanto por sus comodidades pero si por la ubicación, justo en el centro del Strip. Todas las mañanas saludábamos a sus moradores más ilustres - los flamingos rosas del jardín - antes de cruzar la gran sala del casino repleta de maquinas tragaperras, mesas de blackjack y ruletas.

Flamingo


o Hoover Dam o 

A apenas 48km de Las Vegas encontramos la Presa Hoover, construida entre 1931-1936 justo en la frontera entre los estados de Arizona y Nevada, en el río Colorado. Todo un clásico de la ingeniería americana. 

Hoover Dam


o Las Vegas o 

Después de pasar la mañana en la Presa Hoover, volvimos a Vegas a ver lo que nos quedaba de la ciudad antes de seguir con la ruta, empezando por una foto en su clásico cartel, icono del Strip.

Las Vegas


o Caesars Palace o

Muchos de los que habéis visto la película Resacón en Las Vegas reconoceréis este hotel, que presume de película en sus tiendas donde puedes encontrar sudaderas con diálogos de los actores. En medio del paseo por sus pasillos decorados al estilo griego, se me acerca el de seguridad para contarme que "a finales del pasillo y luego a la izquierda" hay una presentación de muñecos articuladas que vale la pena ver. Allá fuimos, y de paso nos hemos comido un cheesecake en The Cheesecake Factory, justo en frente a un enorme acuario que bien merece una pausa para ser apreciado.

Caesar Palace


o Bellagio o 

Después de un rato viendo casinos, todos te empiezan a parecer muy similares, excepto cuando hablamos sobre el Bellagio. Nada más entrar por la puerta encuentras un techo con 2000 flores de cristal soplado hechas a mano y, en medio del amplio salón,  un caballo de brillantes. Ahora imagínate los demás pasillos. 

Bellagio


o Las Vegas Strip o 

La calle más famosa de la ciudad reune 18 de los 25 mayores hoteles del mundo, y un rápido paseo por sus 6.4km es suficiente para darte cuenta de ello. Las Vegas es todo a lo grande. Las Fuentes del Bellagio, la Torreo Eiffel del Hotel Paris, el Puente del Brooklin en medio de  la acera y la montaña rusa alrededor de la Estatua de la Libertad. 

Las Vegas


o Death Valley o 

El plan para el lunes era conducir hasta San Francisco pasando por el Death Valley y pese a que nos costó 12h llegar a nuestro destino, la decisión ha sido acertada. Pronto os publicaré más fotos.

Death Valley


o Lake Tahoe o 

Tras cruzar el Death Valley, intentamos seguir hacia San Francisco pasando por Yosemite pero debido a las últimas nevadas las carreteras estaban cortadas y nuestra única opción era pasando por Lake Tahoe. Llegamos a esta famosa destinación a finales de la tarde y como aún nos quedaban algunas horas de carretera y hacía un frío polar, no tardamos mucho en seguir viaje.

Lake Tahoe


o San Francisco o 

San Francisco amaneció con bastante bruma aquel martes. Durante todo el día el Golden Gate insistía en esconderse, haciéndose de rogar. Nos dedicamos entonces a patear la ciudad y luego, a la puesta del sol, volvimos al mejor mirador de Sausalito para cerrar el día de lujo.

San Francisco



El miércoles por la mañana dejamos San Francisco hacia atrás para bajar hasta Los Angeles por su imprescindible Pacific Coast Highway, una carretera impresionante que bordea la costa de California. Bajamos por el Big Sur y sus preciosos acantilados, comemos en el restaurante con la mejor vista de la carretera, visitamos los elefantes marinos que descansaban en las playas y finalmente, terminamos el día en un hotel de Los Angeles.

Big Sur

Highway 1

En la zona de Piedras Blancas encontramos miles de elefantes marinos tumbados plácidamente en las playas, que por cierto no tienen acceso para peatones. Aunque no bajes a la arena puedes pasear por su barandilla de madera construida para que los visitantes saluden a los bichos.

Highway 1



El día por la meca del cine también ha sido rápido, desayunando en pueblo que dio origen a la actual Los Angeles, visitando las estrellas del Paseo de la Fama, buscando el cartel de Hollywood, comiendo en el Pier de Santa Monica y volviendo a Las Vegas porque el día siguiente había que volar pronto a casa.

Los Angeles

Y tras 1997 millas de carreteras americanas (lo que viene a ser 3213 km), volvemos a España.

sábado, 15 de febrero de 2014

Mi Mini-Tour por el Flickr en apenas unos minutos

Ya lo se, soy un desastre pero no me importa. Aun tengo como objetivo de vida organizar mis fotos, hasta entonces seguiré encontrándome unas cuantas esparcidas por los varios medios digitales que he probado (y sigo probando) hasta el fin de mis días.

Hoy me he acordado que un día he tenido una cuenta en Flickr, decido entrar en ella y entonces me doy cuenta que en realidad ¡sigo teniendo 3 cuentas activas! Bueeeeno, seguro que no soy la única, pienso. Pero en fin, vamos al lío. Resulta que mirando mis antiguas cuentas de Flickr me he encontrando con unas cuantas fotos que comprueban lo muy mala que es mi memoria.

Para el que no lo sabe, una de las (muchas) razones por seguir escribiendo en un blog que actualizo de vez en nunca (básicamente cuando me da la real gana) es porque en el profundo de mi ser tengo el miedo de olvidar los sitios en los que he estado. Ya, parece una tontería pero me j**e bastante ver fotos mias y pensar "aaaanda, ¡pero si he estado en la conchinchina y no me acordaba!". En el momento en el que esta frase empezó a repetirse muchas veces en mi cabeza fue cuando empecé a preocuparme, así que aquí estoy.

Pues eso, entre las varias fotos que me encontré abandonadas en mi Flickr, están algunas que me hacen tener este sentimiento de, como lo describiría...


Si, algo así.

Entonces he decidido hacer una pequeña selección que agrade a mis gustos, disminuya este sentimiento de escapista y me haga quedar, al menos, un poco más sossegada como dirían en mi tierra.

Catedral de San Basilio

Ohhh Moscú, hace ya más de un año que estuve allí y parece que fue ayer. Siempre tuve ganas de conocer la Plaza Roja y el primer comentario que salió de mi boca cuando la vi fue "Me la imaginaba más grande". Desde entonces intento no crear expectativas por conocer a sitios míticos, luego no son como me los imagino y me siento como si alguien me tirara un cubo de agua fría sobre la cabeza. Pero, aparte de la pequeña sorpresa por el tamaño de la plaza, volví encantada por Rusia.

Park Kultury & Pista de patinaje en el hielo

También en Moscú visitamos la mayor pista de hielo de Europa construida en el Parque Gorki, más conocido por los locales como "Park Kultury". En la foto podéis ver un pedacito de la pista que posee 15 mil metros cuadrados y que cuenta con caminos de madera por todo su alrededor para que los "sin-patines" también puedan disfrutar del espacio. Me ha parecido uno de los parques más entretenidos que he visitado en mucho tiempo, sin contar el mercado de pinturas y otros objetos de arte que ocupa unas cuantas calles de su alrededor además de varios pasadizos subterráneos. Algún día os colgaré el vídeo del paseo por aquí...

Cordoba

Mucha gente me había dicho que Andalucía me iba a encantar, pero nunca imaginé que una ciudad me impactaría tanto como Córdoba. Antes de bajarme al sur de España por primera vez, estaba leyendo un libro que se llama "La mano de Fátima", una de las varias novelas históricas que adornan mi estantería. Me comí el libro el pocos días de playa de tan metida que estaba en la historia, de ahí mi embobamiento cuando me encuentro la portada del libro en el techo de la Catedral de Córdoba. Ha sido uno de estos momentos que todo se vuelve más claro y entiendes porque, después de siglos de batallas, nadie de ninguna tribu, raza, nacionalidad o loquesea ha tenido c*****s de destruir tamaña maravilla. Y la Catedral es apenas la cereza de la tarta, porque entre el sus callejuelas, plazas porticadas, puentes de piedra y varias iglesias centenarias iba yo atontada por la vida.

Miroir d'eau - Bordeaux - Place de la Borse - France

Pasamos la nochevieja de 2011-2012 en Burdeos, el tiempo no ayudó: hacía frío, llovía constantemente, la gente tenía cara de malhumor y yo no estaba para la labor de hacer planes para el año que empezaba. La ciudad me pareció monísima con un cierto aire pijo y muy francesa con sus varios edificios clásicos. Como buena amante de los monumentos y edificios antiguos, no me gusta un pelo cuando los gobiernos tienen la nada brillante idea de construir lo que sea en zonas históricas en un intento fallido de darle un aire moderno, pero tengo que admitir que el espejo de agua construido en la Place de la Borse le da un toque bastante singular. ¡Es maximizar algo que ya es precioso él solo con nada menos que un espejo gigante! Simplemente brillante.

El Caminito - Buenos Aires - Argentina

Buenos Aires tiene varias cosas que hacen con que la visita valga la pena, pero nada se compara a el Caminito. Su colorido, su arte, la gente bailando por la calle, todo bien apretado en dos calles pequeñitas en medio de un barrio gris. Nada más agradable para un día frío de sol. Me recordaba algunos los varios mercadillos que hay por toda España, pero con este aire Latino de Sudamérica y mucho más color. Un verdadero museo de arte al aire libre.

Miami

Mi viaje a Miami fue corto pero intenso. Recién había vuelto de dos semanas de viaje entre Rusia y Suiza, lo único que me apetecía era quedarme en casa, con mi manta, en mi sofá. Apenas 4 días tuve incluyendo el viaje de ida y vuelta además de un evento de Mobile Marketing que dura 3 días. Al menos los organizadores han tenido la estupenda idea de hacerlo en un excelente hotel delante de la playa, así te puedes escapar entre reunión & reunión para mojar los pies en el Atlántico, respirar un poco de aire y volver al tajo.


Fotos @ Lugaresquever

sábado, 11 de enero de 2014

Retrospectiva 2013



Hace unos días la memoria de mi móvil se llenó, de vez en siempre cuando pasa, culpa de esa manía incontrolable que tengo de hacer fotos a todo. Ha sido una buena excusa para organizar las carpetas de mi disco duro y darme cuenta lo largo que ha sido mi año...

2013 empezó con buen pie y como a mi me gusta: viajando. Tras darle muchas vueltas al tema, decidimos irnos a Lisboa, una decisión totalmente acertada. Fuimos sin ninguna pretensión y volvimos enamorados: comer un pastel de nata a orillas del Tajo es algo que ni todo el dinero del mundo paga. Aquí tenéis unas fotos extras de aquel viaje. 


Febrero y Marzo han sido mis meses de reflexión, de vez en cuando viene bien disfrutar de la rutina casa-trabajo-bar. Y para desconectar de la ciudad grande, Semana Santa en el pueblo :)


La primavera es una buena época para visitar Canadá, así no te mueres de hipotermia con las bajas temperaturas del invierno ni horneado con las del verano. Nuestra primera parada ha sido Québec, capital del estado de mismo nombre, un trocito de Francia en el otro lado del Océano Atlántico.


De Québec nos fuimos a Ottawa, capital de Canadá. Aprovechamos para pasar la noche en una antigua cárcel, conocer el Parlamento canadiense y comer poutine, plato típico québécois.


Y una visita a Canadá no está completa si no te dejas caer por Montreal y perderse en las calles cubiertas de pinturas del barrio de los artistas. El fin de tarde apreciando las vistas del Mont Royal también hacen el viaje mucho más interesante.


Pero no todo son flores, la vida me obliga a hacer una pausa e irme a casa...


A la vuelta de Brasil, ¡Istanbul me llama! Un par de días allí a trabajo coincidiendo con las protestas turcas, la única razón para que no tuviera ganas de ampliar mi estancia. Habrá que volver cuando los turcos pongan orden en su tierra.


Empieza el verano en España y Madrid gana colores nuevos. ¿Viajar porqué si aun tengo tanto que ver por aquí?


Además, es en verano cuando celebran la fiesta más divertida y multitudinaria del año: el Orgullo Gay!


Agosto llega y el aire acondicionado se transforma en mi amigo inseparable. Decido entonces escaparme a Canadá una vez más a ver si los vientos del norte me traen una brisa fresca. Llego a Montreal y ¿qué me encuentro? El Orgullo Gay! Obviamente, no tan multitudinario como el de Madrid, pero mucho más divertido.


Labor Day en Canadá es una estupenda excusa para escaparse a EEUU y volver a la ciudad que nunca duerme. De paso nos acercamos a la Estatua de la Libertad a ver si la han restaurado bien tras el paso del huracán Sandy.


Mi vuelta a España no dura mucho y me jefe decide enviarme de viaje una vez más. Empezando por Amsterdam y terminando en Budapest. 


Menos mal que podemos hacer nuestros meetings durante un crucero por el Danubio, el viaje se hace mucho más interesante asi :)


Después de tantos Kms e incontables horas de aeropuerto, me merezco un descanso. Así que me cambio el meeting en el Danubio por un meeting en el Santiago Bernabéu. 


Para no perder la costumbre, escapada al pueblo. El otoño ya se asoma a la esquina y el hayedo de Bonicaparra empieza a coger un tono anaranjado digno de apreciarse.


Y las vacaciones de diciembre empiezan como no, viajando. Partimos hacia Toledo, antigua capital española a tiro de moco de Madrid. Estupendo día para hacer pic-nic a orillas del Tajo (si, el mismo que desemboca en Lisboa).


Seguimos la ruta y hacemos una parada en el Monasterio de El Escorial, palacio durante siglos usado como residencia de la Familia Real española y hoy ocupado por los frailes de la Orden de San Agustín, quienes cuidan de las tumbas de todos los reyes que ha tenido el reino. Una visita que vale mucho la pena.


Siguiente parada: Burgos. Me faltan dedos para contar cuantas veces he estado en Burgos y cuantas veces más pienso volver solo para mirar las torres de su catedral desde el mirador del castillo.


Y como los buenos hábitos hay que mantenerlos, un pitstop en Logroño para comer sus fabulosos champis a la plancha de la Calle San Juan (la hermana pequeña de la famosa Calle Laurel) es algo que hasta el más tonto no se lo pierde.


Y terminamos el 2013 tal y como hemos empezado: viajando. El destino elegido ha sido Asturias: Avilés & Centro Niemeyer, Oviedo, Gijón, Canga de Onís, Bulnes y Lagos de Covadonga para cerrar la escapada con llave de oro. 



A por el 2014 ahora :)



Fotos @ Lugaresquever