miércoles, 11 de marzo de 2015

De San Francisco a Los Ángeles en coche bajando por la Pacific Coast Highway

De todo lo que hemos visto en nuestra semana americana, me quedo sin duda con la carretera más bonita de todas, la Pacific Coast Highway. Además, agradezco a todos aquellos que me han desanimado a no hacerla porque han hecho con que la ruta me pareciera aun más especial.


Como ya os he dicho otras veces, cuanto más mayor me hago menos planeo los viajes. He aprendido con la edad que a veces hay que dejarse sorprender por la vida, que crear demasiadas expectativas por algo no es bueno (ya que la probabilidad de que te decepciones es aun más grande) y que la opinión de los demás es bien venida pero que debes tener cuidado con ella.


Antes de embarcarnos a América, mucha gente nos desanimó a hacer este viaje en coche. Casi todos coincidían en lo mismo: mucha cosa que ver para el poco tiempo que teníamos. Otros decían que nos costaría demasiado tiempo bajar por esta pintoresca carretera y que si tuviéramos la mala suerte de encontrar un camión en medio, no llegaríamos nunca a Los Ángeles. Incluso hubo alguno que se atrevió a decir que "tampoco es tan bonita". Me alegro de que sea yo tan cabezota y haya insistido en que la iba a hacer de todas formas, por el simple hecho de que me daba la gana (y un poco porque me gusta contrariar a la gente). Razón más que suficiente.


Salimos de San Francisco más tarde de lo que nos gustaría, enfrentamos unos kms de atascos típicos de cualquier ciudad grande y tomamos la ruta que nos indicaba el GPS hacia la costa. El primer tramo de la carretera es el famoso Big Sur, una zona de acantilados que emergen abruptamente del Océano Pacífico.


Llevábamos un rato babeando por la ventana del coche mientras admirábamos las vistas cuando el estómago nos recuerda de que hay que comer. Paramos en el siguiente pueblo que encontramos cuando veo a una oficina de turismo. Con lo que me gustan las oficinas de turismo, más que deprisa me metí dentro a pedir un mapa de la costa y a preguntarle a aquella simpática señora donde podríamos comer. Ella me pregunta si teníamos prisa y ante mi negativa nos indica seguir conduciendo 45min más hasta llegar al restaurante Nepenthe. El único comentario que ha hecho sobre el local es que tenía buenas vistas, pero no le dimos mucha importancia porque toda la costa tiene buenas vistas. Le hicimos caso y seguimos hasta allí y por supuesto ha sido una decisión acertada.

El local lleva abierto desde 1949, no es de los más baratos (pagamos casi 60 USD por dos bocatas + bebida) pero todo se compensa con las vistas. Y vaya vistas. Además, está medio escondido en la vegetación y lo único que escuchas mientras comes es el ruido de los pájaros que vuelan por la zona. Idílico.


Después de comer, seguimos bajando por la ruta medio anestesiados con una carretera tan preciosa. Cada pocos kms tienes miradores donde parar a admirar un poco más la costa. Y gracias a los varios puntos de obras a lo largo de la carretera, estás obligado a ir despacio, una excusa más para disfrutar del paisaje.


Unos kms más adelante se terminan los acantilados y poco a poco la carretera se va acercando al mar. Y entonces es cuando, desde lejos, vemos varios puntos negros en la arena de la playa. En un primer momento pensé que eran piedras, pero al acercarse nos damos cuenta de que en realidad son cientos de elefantes marinos. Esta sí que no me lo esperaba, me he emocionado tanto que parecía una niña abriendo regalos de navidad. Elefantes marinos libres en la playa, en medio de esta carretera de sueño. Pellízcame porque eso no puede ser real, pero lo era.


Aunque los simpáticos bichos están presentes por toda la costa de California, paramos el coche en Piedras Blancas, punto de encuentro de cientos de elefantes marinos y cuidadosamente preparada para que los visitantes puedan acercarse a ellos sin molestarles.


Hacia el final de 1800, los elefantes marinos han sido intensamente cazados por pescadores en busca de su aceite de extrema calidad. Después de décadas de una caza sin control, muchos pensaban que estaban extinguidos hasta que un bonito día un pequeño grupo ha sido encontrado en la Isla Guadalupe, cerca de la costa de Baja California. Todos los elefantes marinos que ocupan la zona a día de hoy son descendientes de aquel pequeño grupo.


Apenas en 1990 los elefantes marinos empezaron a ocupar la zona, al principio los biólogos contaron poco más de una docena pero desde entonces se han multiplicado y a día de hoy se estima de que hay más de 15.000 por toda la costa. De hecho, creo que hemos llegado después del baby-boom porque habían muchísimos elefantitos junto a sus madres.


Desde 1997 un grupo de voluntarios protege estos animales además de educar a los visitantes para que les respete. Y desde 1972 están protegidos por ley en Estados Unidos.

Después del momento de ternura con los elefantitos, pasamos por los viñedos californianos que adornaban la carretera de ambos lados. Para el que no sabe, California tiene fama de producir excelentes vinos gracias a su buen tiempo durante todo el año. El sol se ha puesto mientras conducíamos, llegamos a Los Ángeles por la noche cansados pero contentos.

Mi consejo: no siempre la opinión de los demás es la mejor. A veces hay que ser un poco cabezota y hacer lo que a uno le apetece. Es cierto que la ruta nos ha quitado tiempo de visita en Los Ángeles, pero al final la valido la pena, y mucho.

martes, 10 de febrero de 2015

Roadtrip por el oeste de Estados Unidos - Enero 2015

Ufff, 2015 empezó intenso y se me acumulan las fotos. Y solo ahora tengo tiempo de poner las del último roadtrip por Estados Unidos en orden. Así que ahí va.

 Durante la breve preparación del viaje, teníamos el mismo problema de siempre: mucha cosa que ver para el poco tiempo disponible. Hasta hemos pensado en concentrar todo nuestro tiempo en solo visitar Las Vegas y alrededores pero al final la vena masoquista ha hablado más alto y terminamos haciendo lo de siempre, roadtrip express.


o Grand Canyon o

Llegamos a Las Vegas el sábado por la noche después una conexión en Nueva York. Estábamos tan cansados que lo único que hicimos fue cenar unas hamburguesas del chef Gordon Ramsay e irnos a dormir. Dicen que es la mejor hamburguesa de Vegas, y la verdad es que estaba riquísima. 

El domingo madrugamos para ir al Grand Canyon National Park, a 4h de viaje en coche. Felizmente el tiempo ayudó y la lluvia que cayó durante el viaje de ida desapareció en cuanto llegamos al parque. Y vaya parque, para dejar a cualquiera sin palabras. 

Grand Canyon


o Fremont Street Experience o

En el Downtown de Las Vegas encontramos el Fremont Street Experience, una calle cubierta con un panel de luces enorme. En ambos lados, casinos, bares y locales de striptease, al final de la calle una DJ toca para unos pocos, son casi las 19h y muchos de los que allí están aguardan para ver su famoso espectáculo de música y luces que se repite todas las noches a cada hora, desde las 19h hasta la media noche.

Fremont Street


o The Venetian o

Por la noche nos fuimos de paseo al The Venetian y sus canales venecianos. El local la verdad es que está bien logrado, copiado de la Venecia original hasta el último detalle. Los gondoleros hasta cantan a cambio de una buena propina.

The Venetian


o Treasure Island o 

Terminamos la noche cenando en el Gilley's BBQ, que además del restaurante cuenta con un Saloon para que los afficionados a la musica country puedan bailar. Y, por tener, tiene hasta toro mecánico. La entrada del restaurante está justo al lado del barco pirata del Treasure Island, fácil de encontrar.

Treasure Island


o Flamingo o 

Nos hemos alojado en el Flamingo, no tanto por sus comodidades pero si por la ubicación, justo en el centro del Strip. Todas las mañanas saludábamos a sus moradores más ilustres - los flamingos rosas del jardín - antes de cruzar la gran sala del casino repleta de maquinas tragaperras, mesas de blackjack y ruletas.

Flamingo


o Hoover Dam o 

A apenas 48km de Las Vegas encontramos la Presa Hoover, construida entre 1931-1936 justo en la frontera entre los estados de Arizona y Nevada, en el río Colorado. Todo un clásico de la ingeniería americana. 

Hoover Dam


o Las Vegas o 

Después de pasar la mañana en la Presa Hoover, volvimos a Vegas a ver lo que nos quedaba de la ciudad antes de seguir con la ruta, empezando por una foto en su clásico cartel, icono del Strip.

Las Vegas


o Caesars Palace o

Muchos de los que habéis visto la película Resacón en Las Vegas reconoceréis este hotel, que presume de película en sus tiendas donde puedes encontrar sudaderas con diálogos de los actores. En medio del paseo por sus pasillos decorados al estilo griego, se me acerca el de seguridad para contarme que "a finales del pasillo y luego a la izquierda" hay una presentación de muñecos articuladas que vale la pena ver. Allá fuimos, y de paso nos hemos comido un cheesecake en The Cheesecake Factory, justo en frente a un enorme acuario que bien merece una pausa para ser apreciado.

Caesar Palace


o Bellagio o 

Después de un rato viendo casinos, todos te empiezan a parecer muy similares, excepto cuando hablamos sobre el Bellagio. Nada más entrar por la puerta encuentras un techo con 2000 flores de cristal soplado hechas a mano y, en medio del amplio salón,  un caballo de brillantes. Ahora imagínate los demás pasillos. 

Bellagio


o Las Vegas Strip o 

La calle más famosa de la ciudad reune 18 de los 25 mayores hoteles del mundo, y un rápido paseo por sus 6.4km es suficiente para darte cuenta de ello. Las Vegas es todo a lo grande. Las Fuentes del Bellagio, la Torreo Eiffel del Hotel Paris, el Puente del Brooklin en medio de  la acera y la montaña rusa alrededor de la Estatua de la Libertad. 

Las Vegas


o Death Valley o 

El plan para el lunes era conducir hasta San Francisco pasando por el Death Valley y pese a que nos costó 12h llegar a nuestro destino, la decisión ha sido acertada. Pronto os publicaré más fotos.

Death Valley


o Lake Tahoe o 

Tras cruzar el Death Valley, intentamos seguir hacia San Francisco pasando por Yosemite pero debido a las últimas nevadas las carreteras estaban cortadas y nuestra única opción era pasando por Lake Tahoe. Llegamos a esta famosa destinación a finales de la tarde y como aún nos quedaban algunas horas de carretera y hacía un frío polar, no tardamos mucho en seguir viaje.

Lake Tahoe


o San Francisco o 

San Francisco amaneció con bastante bruma aquel martes. Durante todo el día el Golden Gate insistía en esconderse, haciéndose de rogar. Nos dedicamos entonces a patear la ciudad y luego, a la puesta del sol, volvimos al mejor mirador de Sausalito para cerrar el día de lujo.

San Francisco



El miércoles por la mañana dejamos San Francisco hacia atrás para bajar hasta Los Angeles por su imprescindible Pacific Coast Highway, una carretera impresionante que bordea la costa de California. Bajamos por el Big Sur y sus preciosos acantilados, comemos en el restaurante con la mejor vista de la carretera, visitamos los elefantes marinos que descansaban en las playas y finalmente, terminamos el día en un hotel de Los Angeles.

Big Sur

Highway 1

En la zona de Piedras Blancas encontramos miles de elefantes marinos tumbados plácidamente en las playas, que por cierto no tienen acceso para peatones. Aunque no bajes a la arena puedes pasear por su barandilla de madera construida para que los visitantes saluden a los bichos.

Highway 1



El día por la meca del cine también ha sido rápido, desayunando en pueblo que dio origen a la actual Los Angeles, visitando las estrellas del Paseo de la Fama, buscando el cartel de Hollywood, comiendo en el Pier de Santa Monica y volviendo a Las Vegas porque el día siguiente había que volar pronto a casa.

Los Angeles

Y tras 1997 millas de carreteras americanas (lo que viene a ser 3213 km), volvemos a España.

lunes, 9 de febrero de 2015

La Casa-Castillo construida por Antoni Gaudí hasta ahora desconocida

En el puente de noviembre de 2014 nos escapamos a Barcelona, ya que toda excusa es buena para volver a la ciudad que un día fue mi casa. Después vivir unos años en la capital catalana puedo decir que ya no me quedan muchas novedades que ver pues mi temporada allí ha sido bien aprovechada visitando cada rincón de la ciudad. De ahí mi sorpresa cuando Jose me invita a visitar la Torre Bellesguard, una obra de Gaudí hasta ahora cerrada al publico y desconocida por gran parte de la población. 

No hizo falta contarme nada más para convencerme a coger el primer taxi que encontré que pudiera llevarme allí. Abajo os dejo la historia del local contada por su mejor guía además de algunas excelentes fotos del Instagram oficial de la torre.

Para más información sobre horarios y precios, haz click AQUI.


Dicen los amantes de Barcelona, que vuelven una y otra vez ya que siempre hay cosas nuevas que visitar. Sea por quinta, sexta o séptima estos forasteros nunca se cansan de recorrer la Ciudad Condal buscando joyas desconocidas.

Y aquí debemos darles la razón ya que saliendo un poco del centro de la ciudad podemos encontrarnos ni más ni menos con una Casa-Castillo construida por Antoni Gaudí y que es su obra más desconocida : La Torre Bellesguard.


En las faldas del Tibidabo, en el barrio de Sant Gervasi, se encuentran las ruinas del Castillo del Rey Martí. Construido a principios del siglo XV por el último rey de la dinastía de Barcelona, cuyo dominio abarcaba todo el Mediterráneo en la época dorada de los Condes de Barcelona y el Reino de Aragón.


En el año 1900 Gaudí y su amigo y mecenas Jaume Figueras se enamoraron de las ruinas y el trágico destino del Rey Martí, así que este último compró los terrenos y Gaudí se puso manos a la obra para crear junto a estas ruinas, las cuales restaura, su edificio más medieval y más desconocido que será finalizado en 1909.


La Torre Bellesguard está abierta al público desde Septiembre de 2013, por decisión de la familia que vive dentro de ella. Familia que es posible que vea entrando y saliendo de los primeros pisos con total normalidad.


Lo que más sorprende de este lugar es la calma (aún no ha sido descubierto por el turismo masivo), las sorpresas que nos depara su interior (lleno de misterios que los propios visitantes tienen que descubrir) y las vistas desde los tejados que disputan a los bunkers del Turó de La Rovira el título de mejor mirador de la ciudad.


Antes de que lleguen las largas filas y antes de que nos cieguen los flashes y los selfies, estamos en el mejor momento de visitar este lugar romántico, trágico y esplendorosamente bello que nos ha regalado este Genio, a veces tan poco valorado, llamado Gaudí.

Texto @ JotaVé

martes, 6 de enero de 2015

Roadtrip por el norte de Portugal y algo de España - Nochevieja 2014-15

Y siguiendo la tradición de escaparnos en Nochevieja, aquí tenemos un resumen de nuestro viaje de este año :)

Han sido 7 días de ruta por todo el norte de Portugal y algo de España (básicamente porque nos pillaba de paso), incontables kms, muchos pasteles de nata y un par de kgs extras...

01.Chaves

o Chaves o

A casi 300km de Valladolid, cruzando la frontera norte de España con Portugal, encontramos a Chaves, un pequeño pueblo levantado a orillas del río Tâmega. En el pasado tuvo una gran importancia estratégica, tanto que los romanos construyeron allí una ciudad fortificada que mas tarde ha sido disputada por visigodos, moros, franceses y españoles. A día de hoy destaca su puente romano construido en los tiempos de Trajano y el robusto Forte de São Francisco, con las mejores vistas de la zona.


02.Bragança

o Bragança o

Llegamos a Bragança por la noche, así que apenas hemos dado una vuelta de reconocimiento en coche por su casco antiguo y parecía todo muy prometedor. Y no ha defraudado, su ciudadela en la parte más alta del pueblo está bien conservada y su Torre de Menagem bien merece una visita. No os perdáis un paseo por todo el perímetro de las murallas y por la Domus Municipalis, el ayuntamiento más antiguo de Portugal.


03.Alto Douro

o Alto Douro o

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001, la Región del Alto Douro lleva más de 2000 años produciendo vino. Los viñedos están construidos en terrazas que cubren todos los montes del valle, - esto en otoño tiene que ser un espectáculo - pienso. Destaque para el vino de Oporto, llevado río abajo en barco desde el Alto Douro hasta las bodegas de Vila Nova de Gaia. 


04.Amarante

o Amarante o 

Cuenta la leyenda que las personas que buscan una pareja deben tocar la estatua que hay sobre la tumba de São Gonçalo, la miras y ya imaginas cuanta gente visita la ciudad al darse cuenta que la estatua tiene los pies, manos y cara bien gastados. Destaque para su bonito puente de 1790, símbolo de la heroica defensa de la ciudad contra los franceses.


05.Guimarães

o Guimarães o 

Algunos dicen que Guimarães es la cuna de Portugal debido a que en esta localidad nació en el año 1110 Afonso Henriques, primer rey independiente del país. Posteriormente, la ciudad fue usada para lanzar la principal ofensiva de la Reconquista contra los moros. Su castillo es el punto principal de la visita, el interior esta vacío y la entrada es gratuita, pero lo que llama la atención son sus murallas bien conservadas. A poca distancia encontramos el Paço dos Duques de Bragança, un palacio con chimeneas cilíndricas construido en 1401.


06.Braga

o Braga o 

La verdad es que me esperaba más de Braga, que fuera un poco más monumental como sus vecinas. Pero lo que hemos encontrado ha sido algo gris, con poco encanto. La ciudad ha tenido una enorme importancia en la época romana por encontrarse en el cruce de cinco calzadas romanas, pero cayó en manos de los suevos sobre el 410 d.C. y 60 años más tarde la saquearon los visigodos. También por Braga pasó el cristianismo, la invasión árabe y la reconquista de Fernando I, Rey de Castilla y León en 1040.


07.Bom Jesus do Monte

o Bom Jesus do Monte o 

A apenas 5km de Braga encontramos este famoso Santuario, destino de muchos peregrinos todos los años. Bom Jesus do Monte cuenta con las mejores vistas de la zona, y si vas por la mañana ganas un extra de niebla sobre la ciudad de Braga. Pero no todos acuden al local buscando unas buenas vistas, sino para contemplar sus enormes escaleras barrocas flanqueadas por capillas que representan las estaciones del Via Crucis.


08.Ponte de Lima

o Ponte de Lima o

La idea era hacer un rápido pitstop ya que la ciudad estaba en medio de la ruta hacia Valença do Minho, pero salimos con ganas de quedarnos más. Este pequeño pueblo a orillas del río Lima presume de tener el puente medieval más bello de Portugal, o eso dicen. A mi me pareció muy bonito y bien conservado, pero tanto como el más bonito no se yo. De todas formas, el pueblo tiene más que ofrecer en sus callejuelas del casco antiguo adornadas por torres del siglo XIV e iglesias del XV.


09.Valença do Minho

o Valença do Minho o 

Hace casi 8 años, cuando estuve en Valença por primera vez, la encontré más cuidada, o eso me lo pareció a mi. No se si después de días viajando te vuelves un poco más critico con lo que ves, pero la verdad es que la he visto un poco olvidada. No que esto sea malo, pero ahora lo que queda de su fortaleza en la zona alta del río Miño ha ganado un estilo un poco más bucólico. Por cierto, si queréis comprar toallas portuguesas es un buen sitio, sus pequeñas callejuelas están plagadas de tiendas de toallas y souvenirs.


10.Monte de Santa Tecla

o Monte de Santa Tecla o 

Ya que estamos en la frontera de España y Portugal, aprovechamos para hacer una visita rápida a suelo español subiendo el Monte de Santa Tecla, donde también encontramos su castro construido en los siglos II-I a.C. Este es solo una pequeña parte de un gran poblado de más de 3000 personas construido en la zona más alta de la desembocadura del río debido a la buena visibilidad del mismo, lo que permitía controlar su navegación. Un siglo más tarde, cuando se amplian las calzadas romanas y el tráfico marítimo pierde importancia, el poblado se muda a zonas más bajas.


11.Viana do Castelo

o Viana do Castelo o

Esta es otra de las ciudades que yo recordaba muy distinta hace 8 años. Curioso como la percepción de uno cambia tanto en poco tiempo. Dimos un pequeño paseo en coche por su casco antiguo y castillo antes de seguir el viaje.  Aun nos quedaba un rato hasta Oporto y era 31 de diciembre, lo que significa atascos de coches en las carreteras.


12.Oporto

o Oporto o

Oporto es todo lo que yo me esperaba, una ciudad con este aire portugués-bohemio muy típico del país. Muchas veces me acordé de la Nochevieja en Lisboa hace dos años, es imposible no comparar ambas. La fiesta de nochevieja de Oporto se hace una plaza muy céntrica pero incapaz de acoger a la marea de gente de acude al local. Yo, que siempre me he negado a pasar la nochevieja en Sol (Madrid) terminé más apretada que sardina en lata en aquella plazuela. Nota mental: el día 01/01 es fiesta y esta todo cerrado, tenerlo en cuenta para la próxima.

13.Vila Nova de Gaia

o Vila Nova de Gaia o

Gaia es el pueblo que hay al otro lado del río Duero, justo en frente de Oporto. Al pueblo se accede fácilmente por la parte superior del puente Dom Luis I, reservada solamente a tranvías y peatones. En Gaia también encontramos las principales bodegas del conocido vino do Porto, el mejor sitio para disfrutar de una tarde de sol haciendo una cata de vinos.


14.Aveiro

o Aveiro o

Otra de las decepciones, la guía lo recomendaba como la Venecia de Portugal pero se han pasado. Los barcos que hacen el transporte de turistas por los canales tiene su encanto, pero la ciudad es mas bien pequeña y sin muchos atractivos. Eso si, no os marchéis sin comer unos ovos moles de Aveiro, dulce típico de la ciudad y orgasmico de tan bueno.


15.Conímbriga

o Conímbriga o

Habitada entre los siglos IX a.C. y VIII d.C., las ruínas de la ciudad de Conímbriga son una parada imprescindible en Portugal. Era una próspera ciudad romana en la ruta principal entre Lisboa (Olisipo) y Braga (Bracara Augusta) hasta que empezaron las invasiones bárbaras, en 465 y 468 los Suevos capturaron y saquearon parcialmente la ciudad, llevandola a su abandono posterior y traslado a la actual Coimbra. En un intento de luchar contra estos invasores, en el siglo III los habitantes levantaran una gran muralla defensiva que atravesaba el centro urbano y abandonaron la zona residencial. Esto no ayudó a contener las invasiones pero nos ha dejado una postal digna de apreciarse.


16.Coimbra

o Coimbra o

Durante más de 100 años, Coimbra fue la capital medieval de Portugal. Además, es la sede de la universidad más grande del país durante los últimos cinco siglos. Su centro histórico está construido sobre una ladera al este del Río Mondego, preparaos las piernas que recorrerlo a pie es un estupendo ejercicio. Se respira aires universitarios por sus callejuelas, llenas de gatos callejeros y repúblicas de estudiantes con pintadas anarquistas. De cena acercaros al Restaurante Rio Mondego, tiene pinta de tasca pero sirve un menu luso-brasileño por apenas 8€ muy bueno y casero. Ah, y pídelo con vino verde de la casa.


17.Monsanto

o Monsanto o

A veces me encuentro con lugares que no me gustaría contar a nadie que existen, solo para que puedan seguir así, sin estropearse. Monsanto es uno de ellos. Esta aldea de apenas 200 habitantes está construida en medio de gigantescas piedras, en una tarea que parece de equilibrismo. Pero lo más bonito de todo esta subiendo por un corto sendero hacia la cima del monte, donde encontramos las murallas de su antiguo castillo y unas vistas de quitar el aliento 360º. Imprescindible. Por cierto, el pueblo ganó un concurso en 1938 por ser la aldea más portuguesa del país, Y con eso te digo todo.


18.Sortelha

o Sortelha o

Esta pequeña aldea esta construida dentro de las antiguas murallas de la fortaleza más antigua de la hilera de las que custodiaban la frontera este de Guarda y Covillã. También puedes hacer las murallas caminando, pero cuidado porque algunas zonas están un poco deterioradas. Construida en la época de los musulmanes, apenas queda una torre de lo que en su día fue un castillo.

19.Guarda

o Guarda o

El pueblo de Guarda fue fundado en 1197 en lo alto de una montaña para defender Portugal de los moros y españoles. De la ciudad de aquel entonces, quedan algunas pocas cosas esparcidas por su casco viejo, uno de ellos la Sé, una gran catedral gótica que ocupa el centro de la Plaza Luis de Camões. Justo detrás de la Catedral nos hemos comidos unos dulces portugueses en un pequeño café llamado O Bule. Estos dulces si han hecho el viaje hasta este pueblo valer la pena.

20.Trancoso

o Trancoso o

Llegamos a Trancoso a finales de la tarde y fuimos corriendo a su castillo, que cerraba a las 17h y nos quedaba poco tiempo para verlo. Si comparamos con Monsanto y Sortelha, es el más sencillo y pequeño de los tres, pero tiene su encanto. La visita es gratuita y puedes subir en su torre para disfrutar de las vistas de toda la zona. El pueblo, por cierto, está construido dentro de las murallas que se conservan hasta el día de hoy. No os perdáis las tumbas visigodas afuera de las murallas saliendo por la Portas do Prado.


21.Ciudad Rodrigo

o Ciudad Rodrigo o

En realidad Valladolid esta bastante cerca de la frontera portuguesa, pero como aún no conocíamos a Ciudad Rodrigo decidimos hacer un pitstop de una noche para relajar después de la semana de carreteras en Portugal. La ciudad también está construida dentro de una fortaleza militar, al estilo Valença do Minho pero mucho más grande. Lo que queda del castillo está a día de hoy ocupado por el Parador de Turismo y por 1€ te permiten subir a la Torre del Homenaje y disfrutar de sus vistas.


22.Salamanca

o Salamanca o

Y como a Salamanca siempre hay que volver, una parada para tomar un par de cañas en su Plaza Mayor un domingo por la tarde viene bien.