Frecuentado desde siempre por importantes personalidades de todos los ámbitos, la Mamounia es uno de los hoteles más lujosos del mundo. Winston Churchill lo solía llamar "el lugar más delicioso del mundo".
Situado junto a los muros de la medina de Marrakech y rodeado de un precioso jardín, fue desde sus comienzos sinónimo de lujo y glamour.
Su história comienza con sus jardines, que cuentan más de dos siglos de existencia. El entonces sultán Sidi Mohammed Ben Abdallah tenía por costumbre casar a sus hijos llegados a la mayoría de edad y regalarles una propiedad. Así, los nombres de sus cuatro hijos fueron los nombres de los jardines.
La leyenda cuenta que Mamoun, uno de los hijos del sultán, organizaba fastuosas fiestas en estos jardines, considerado el más bello de la ciudad.
En 1922, con la llegada de los franceses a Marrakech, se decidió la construcción de un hotel cuyo diseño estuvo a cargo de los arquitectos Henri Prost y Antoine Marchisio.
El hotel estaba orientado a una clientela especialmente europea, pero alimentado por la literatura orientalista y los sueños exóticos.
Tiene como ventaja principal el hecho de que se encuentra en medio de 15 hectáreas de jardines, pese a encontrarse en plena medina, donde todo parece un poco apretujado.
Algunas de sus suites poseen una decoración temática, como la "Suite Orient Express" recreando uno de sus compartimientos de lujo, o la "Suite Palmeraie", la más grande del hotel decorada en estilo Luis XV.
En cuanto a gastronomía, el hotel ofrece platos de todo el mundo en sus cinco restaurantes. También posee un lujoso casino estilo europeo con restaurante y bar, salas de conferencia, espacios para gimnasia, spa, práctica de deportes (golf, tenis, squash, petanque, billar) y tiendas con artículos refinados.
