El 24 de agosto del año 79 d.C. ha sido el último día de vida para los habitantes de la ciudad de Pompeya, en la región de Campania (Italia). El monte Vesubio, un volcán activo con 1871 msnm a pocos kms de la ciudad entró en erupción sepultando, además de Pompeya, la ciudad de Herculano.
Aunque los restos más antiguos encontrados en la ciudad son del siglo IX a.C., se considera que Pompeya ha sido fundada en el siglo VII a.C. (ya que no han podido probar que en el siglo IX ya existiera un asentamiento en el local).
La ciudad era un importante punto de paso de mercancías que llegaban por vía marítima y que eran enviadas hacia Roma o hacia el sur de Italia.
Alrededor del año 62, la zona sufrió un fuerte terremoto que dañó seriamente la ciudad. Y 17 años años más tarde, cuando el Vesubio entró en erupción, la reconstrucción de las casas aún no habia terminado. Algunos investigadores dicen que parte de las casas estaba destruída no por el terremoto del año 62, sino por los temblores que precedieron a la erupción que sepultó Pompeya.
Durante siglos, Pompeya y Herculano cayeron en el olvido hasta que en 1550 el arquitecto Fontana las redescubrió mientras escavaba un nuevo curso para el río Sarno. Sin embargo, hubo que esperar unos 150 años antes de que se iniciara una campaña para desenterrarlas, en 1738 (Herculado) y 1748 (Pompeya). Desde entonces, ambas villas han sido excavadas revelando edificios intactos, pinturas murales, esculturas e incluso a habitantes congelados en el tiempo.
El número actual de víctimas detectadas es de alrededor de 2.000, aunque es de esperar que aparezcan muchas más en las partes de la ciudad que todavía no han sido excavadas.
Durante la II Guerra Mundial, las ruinas fueron objeto de varias campañas de bombardeo por parte de los Aliados (1943) que destruyeron parte del Teatro Grande y del Foro, así como algunas casas. Todo ha sido restaurado una vez finalizada la guerra.
Actualmente, Pompeya es parte del Parque Nacional del Vesubio y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1997). Pero ni el hecho de ser declarada Patrimonio le ha servido para mantenerse intacta con el paso del tiempo: el turismo masivo, los derrumbes de los edificios, el cese temporal de las excavaciones y los usos inadecuados del local están, poco a poco, destruyendo los 150 metros cuadrados de frescos y los siglos de história.