Ubicada a apenas 2km al norte de la ciudad de Cuzco (Perú), Sacsayhuamán es una "fortaleza ceremonial" Inca construida a 3700 msnm entre los siglos XV y XVI, considerada la mayor obra arquitectónica realizada por los incas durante su apogeo.
Desde la fortaleza se observa una bonita vista panorámica del entorno, incluyendo la ciudad de Cuzco.
La construcción en sí es peculiar, ya que algunas de las piedras que se encuentran allí son gigantes y hacen que uno se pregunte cómo han sido transportadas y cómo han podido ser encajadas con tamaña precisión.
Este sitio, que desempeñó un importante rol en las actividades rituales de los incas, posee figuras diseñadas en las piedras, túneles subterráneos, anfiteatros y construcciones de carácter ritual.
Se piensa que correspondió a una fortaleza militar, donde se entrenaba a los guerreros. Sin embargo, aún hay dudas al respecto ya que, de acuerdo a su arquitectura, podría haber tenido un fin religioso y haber sido un gran templo al Dios Sol. Pese a esa teoría, mostró su eficacia como fortaleza para defender la ciudad durante la época de la conquista.
Dentro de la fortaleza había grandes almacenes de alimentos y armas, canales de distribución del agua y un trono Inca, que consistía en una gran roca tallada y pulida en varios niveles, desde donde el soberano presidía las fiestas, celebraciones, desfiles y daba órdenes. En la actualidad, quedan vestigios de las tres murallas escalonadas edificadas con piedra caliza.
De acuerdo con imágenes obtenidas por medio de radar, Sacsayhuamán se comunica en línea recta con el Coricancha, con Marcahuasi (Convento de Santa Catalina en Cuzco), el templo de Inca Huiracocha (hoy Catedral de Cuzco), el Palacio de Huáscar, el templo de Manco Cápac (Colcampata) y Huamanmarca.
Las investigaciones sugieren que la perfecta alineación astronómica de los templos descartaría la antigua presunción de que los Incas solo tenían al planeta Venus como referencia astral, sino que a partir del descubrimiento se podría establecer que también se guiaron por el Sol, la Luna, la Cruz del sur y Las Pléyades (estrellas de la constelación de Tauro).
Actualmente se puede apreciar sólo el 20% de lo que fue el grupo arquitectónico ya que, en la Conquista, los españoles destruyeron sus muros y torreones para neutralizar su uso en un eventual ataque y sus piedras fueron usadas para construir casas e iglesias en Cuzco.
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